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¿Qué hacer para tener buena suerte?

    Quizás te enfades con lo que te voy a decir. 

    Aún así voy a correr ese riesgo. 

    Te lo cuento a través de una anécdota. 

     

    Hace unos años recordaba cómo me quejaba de las durezas del talón de mi pie.

    Siempre me fijaba en esa parte que en los demás veía bonita, pero en mí no: 

    Preciosos pies dentro de sus sandalias de verano al descubierto.

     

    – Pues échate crema especial para talones agrietados todos los días, verás como se te ponen igual.

    -¿Todos los días?

    -Si, cada noche, antes de irte a acostarte.

    Y eso empecé a hacer.

     

    Con sorpresa observé bastante mejoría en poco tiempo.

    Ni me di cuenta cuando fue el momento en el cual se suavizaron por completo.

    De forma natural y fácil integré en mí ese ritual nocturno.

     

    Además, ya no me fijaba en los pies de los otros.

    Ahora solo ponía atención en los propios.

    Y ni mucho menos los comparaba.

    No por mejor o peor.

    Los míos eran simplemente los míos y a los que debía cuidar.

     

    Hay gente que dice que el tenista Rafa Nadal tiene mucha suerte.

    Yo no creo en ella.

    Opino que tú tienes que ir a buscarla. 

    ¿Sabes cuántas horas al día entrena Rafa?

    Lo equivalente a una jornada laboral.

    Por eso siempre gana. (O la mayoría de las veces).

     

    ¿Tú piensas que puede ser fruto de la suerte?

    Tampoco imagino al famoso tenista comparándose con otros.

    Si no ordenando sus prioridades y con un único objetivo:

    Trabajar para conseguirlo. 

     

    Una de las personas que hizo un proceso de coaching conmigo me dijo esto:

    Solo con un ejercicio de los que me has mandado, lo he anclado tan dentro de mi, que ya no he vuelto a comer helados.

    Era un automatismo que tenía cada día, justo después de almorzar.

    A veces tenemos «malos hábitos» que aún sabiendo que nos perjudican:

    Seguimos repitiendo una y otra vez.

     

    Puede ser alimenticios.

    Pensamientos negativos en bucle.

    O un comportamiento que se dispara por un hecho concreto, y te hace reaccionar de una manera que no te gusta. 

     

    Lo bueno es que se puede cambiar.

    Y el motivo por el que te dije que te podías enfadar conmigo, es porque la teoría nos la sabemos todas… 

    Pero en la práctica: 

    Lo malo que tiene es que depende de ti.

     

    Para conseguir una meta dicen que hace falta motivación.

    Lo que desconoce la gente que lo intenta una y otra vez es: que la motivación es algo que no se puede mantener en el tiempo, y por eso fracasan. 

     

    Pero el secreto es otro. Si lo integras lo puedes aplicar a cualquier área de tu vida. 

    Quienes han hecho un proceso de coaching conmigo lo saben. 

    Si necesitas esa ayuda extra me tienes a mí.

    O también puedes seguir pensando que el éxito que tienen los demás es cuestión de suerte…

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