Saltar al contenido
Portada » Blog » ¿Porqué unas personas tienes suerte y otras no?

¿Porqué unas personas tienes suerte y otras no?

    Te voy a contar una historia:

     

    «Hace tiempo vivía en una calle, en el lado de los números pares, en el veintidós.

    Y miraba por la ventana a los impares, las casas de enfrente.

    Porque creía que la gente era más feliz, las habitaciones más luminosas, y las fiestas más alegres.

    Pero los cuartos eran más oscuras, más pequeñas, y los de los impares miraban a los de enfrente.

    Porque parece siempre que la suerte la tienen los demás»

     

     

    Hay un día en que ves esta película que se llama «La chica del puente» y este mensaje cala en ti, aliviándote.

    Sin embargo, eso dura poco.

    Al menos si eres una humana, y no un cíborg.

     

    Porque dicen que siempre queremos más y más.

    No se sabe muy bien si por superarte, o por aquello de que te das cuenta que es cierto el refrán:

    «Mal de muchos, consuelo de tontos».

     

    Te confieso algo, cuando era más joven tenía una creencia limitante.

    Posiblemente por lo que escuchaba a los mayores de mi alrededor.

    Por ello, pensaba que las personas ambiciosas eran negativas.

    Pero como todo en la vida, depende desde el punto de vista que lo veas. Y si eres algo curiosa, comprobarlo por ti misma.

     

    ¿Acaso prefieres conformarte?

     

    Mira,

    Ambición es una palabra que proviene del latín y significa algo así como:

    La acción de ir de un punto a otro. Deseo de obtener algo.

    La energía necesaria para conseguir tus sueños.

    Una persona ambiciosa es aquella que intenta superar desafíos, y poner en práctica estrategias para alcanzarlo.

     

    No sé si como yo, tú también tenías una mala impresión sobre esta palabra, y ahora he podido hacerte cambiar de opinión.

     

    En cualquier caso:

    Conformarse que también viene del latin, significa:

    Tolerar, aguantar, aceptar algo sin renegar, acomodarse…

     

    Y eso fue justamente lo que hacía la última persona que hizo terapia conmigo.

     

     

    • Tolerar que su novio le hablara mal y la hiciera sentir una basura.

     

    • Creer que era inferior a él. (Sin serlo, no hay nadie, ni mejor, ni peor que tú).

     

    • Y acomodarse a un trabajo donde cobraba menos de lo que tenían que pagarle, «aprovechándose» de que ella no decía «ni mu»…

     

    ¿Qué ocurrió en esos meses de terapia?

     

    No te puedo decir que de la noche a la mañana, ella se empoderase y se sintiera capaz de presentarse al Congreso con las tetas al aire como «La feminista number one»…

    Pero a día de hoy:

     

    • Fue capaz de dar el paso y ya no estar con esa pareja. (Esto no es nada fácil).

     

    • Encontrar su lugar, darse cuenta de lo que vale, aceptándose como es y queriéndose más. (Requiere su tiempo).

     

    • Salirle una entrevista de trabajo y desde el primer momento poner las cartas sobre la mesa para no dejarse ningunear. (Lo hizo temblando, pero a la vez con 2 ovarios que nunca habian visto la luz, siguiendo paso a paso tal y como lo vimos antes en terapia.)

     

     

    Estoy muy orgullosa de sus grandes cambios.

    No puedo decir que esto sea lo que siempre ocurre.

    Pero en esta ocasión lo fue gracias a saber por lo que ya no quería pasar.

    Así que tenía que traer y contarlo.

     

    Puedes seguir mirando desde los números pares, o impares como otras personas consiguen lo que quieren.

    O puedes dar un primer paso para mirar por ti Aquí 

    Si te ha gustado lo que has leído, en mi lista de suscripción hay más. 

    Reenvíaselo a esa amiga a quien sabes que le vendría bien.

    error: Contenido protegido. Puedes compartirlo pero no copiar. Gracias